viernes, 1 de febrero de 2013

La Herradura: entre la basura y el olvido

28 enero 2013 | Lima - Pese a que días atrás la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, aseguró que La Herradura era visitada por miles de bañistas que a diario iban a refrescarse en las aguas de esa playa chorrillana, lo cierto es que pocos limeños eligieron este lugar para pasar un día de mar y sol.
Si bien Lima soportó ayer casi 30 °C de temperatura, muy pocos bañistas eligieron pasar el día en esa playa para tomar un baño de mar y refrescarse, pese a que las unidades del Metropolitano llegaban hasta el balneario chorrillano. Los veraneantes prefirieron quedarse en las playas Barranquito y Sombrillas, ubicadas en Barranco, mientras que en Chorrillos la elegida fue Agua Dulce. Las tres lucían abarrotadas.

En un recorrido efectuado por Correo, se comprobó que La Herradura estaba llena de desperdicios, como vasos descartables, botellas y chapas de gaseosa, envolturas de galletas, entre otros.

Inseguro. En La Herradura y sus alrededores no había serenos ni policías. Esta situación ponía en riesgo a las pocas personas que estaban en el lugar, pues podían ser víctimas de algunos delincuentes que aparecen por la zona. Además, ante la falta de bañistas, llamaba la atención la cantidad de sillas y sombrillas arrumadas a la espera de eventuales veraneantes.

Además de lo anterior, se pudo notar la falta de vendedores informales. Solo había siete de ellos. Una comerciante señaló que debido a la poca afluencia de público, los vendedores han ido a buscar otras playas más concurridas para poder trabajar.

De otro lado, los baños destinados a las personas que acuden al lugar estaban cerrados, sin explicación ninguna. Los veraneantes se dieron con la ingrata sorpresa de verlos con candados, situación que los obligaría a utilizar la playa como letrina. "Cómo es posible que no funcionen los servicios higiénicos. Yo vengo de lejos con mi familia, qué incomodidad", refirió mortificado uno de los visitantes.

Además, La Herradura solo contaba con dos salvavidas y no había banderas que indicaran la bravura del mar ni mucho menos la que informa si la playa es saludable.

También se pudo observar a sujetos libando licor con total normalidad. Algunos de ellos, en completo estado de ebriedad, molestaban a los transeúntes. Incluso uno de ellos yacía tendido en el pavimento durmiendo una siesta luego de haber ingerido varias copas de más.

Por si fuera poco, a la Municipalidad de Chorrillos no se le ocurrió mejor idea que enviar un camión recolector de basura al mediodía para recoger los residuos sólidos en presencia de los pocos visitantes de esta playa.

1 comentario:

  1. No es por nada pero el Gobierno o la Municipalidad deberian contratar miles de camiones para levantar esas piedras y rocas que estan en la orilla y asi de seguro que se soluciona el problema de las piedras...

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