Pareja quiso realizar la ceremonia en pleno vuelo, pero el viento no lo permitió
Cynthia Urrunaga y Juan Ortiz llegaron volando a su boda civil, ayer, en el parque Raimondi del malecón de Miraflores.
Su intención era casarse en el aire. Ya estaba todo listo. Hasta el alcalde de Miraflores, Jorge Muñoz, había llegado informalmente ataviado para leer los respectivos artículos del Código Civil, suspendido sobre la Costa Verde. Lo mismo que los testigos y los tres hijos de la pareja.
Pero el impredecible viento limeño jugó en contra. La maniobra
resultaba peligrosa, por lo que Cynthia y Juan, experimentados
parapentistas, solo se lanzaron a la aventura de llegar a su ceremonia
en un parapente a motor.
PASIÓN Y DEPORTE
Él es pionero del parapentismo
en Lima y fue instructor de vuelo de ella, cuando Cynthia tenía 19 años y
él 23. Se enamoraron en el aire. “Ahora que decidimos casarnos,
quisimos hacerlo con esa sensación de libertad que siempre nos ha dado
este deporte”, dijo ella. “Es nuestra pasión”, dijo él.
El Comercio
Que hermoso post.
ResponderEliminarLa verdad es increible que se junten dos pasiones de esa clase, a mi me encanta el parapente, no me casaria en el aire por lo peligroso jaja pero me gustaria mucho, seria muy bonito.
Saludos.
Mariela.